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Eva Levy participó en el ciclo 'Mirando hacia delante: mujer, empresa y liderazgo'el pasado día 9
15.12.2010
(Amedna)
La presencia de la mujer en la universidad sobrepasa el 60 por ciento, y las alumnas cuentan con expedientes académicos muy altos, master, etc. Todo esto no va acompañado de resultados en el mundo laboral. En el nivel de mandos intermedios de las empresas la presencia de la mujer se sitúa en un 15 por ciento, el gran problema está en los niveles altos. En el IBEX 35 hay menos del 0,5% de mujeres en la alta dirección y en el resto del mercado continuo, un 1%.
La presencia de la mujer en la universidad sobrepasa el 60 por ciento, y las alumnas cuentan con expedientes académicos muy altos, master, etc. Todo esto no va acompañado de resultados en el mundo laboral. En el nivel de mandos intermedios de las empresas la presencia de la mujer se sitúa en un 15 por ciento, el gran problema está en los niveles altos. En el IBEX 35 hay menos del 0,5 % de mujeres en la alta dirección y en el resto del mercado continuo, un 1%.
Con estos descorazonadores datos comenzó la intervención de Eva Levy Bemsadon, ex-presidenta de la Federación de Mujeres Directivas y responsable de la División de Mujeres en los consejos de administración y alta dirección de ExcellentSearch, que participó ayer en Pamplona en uno de los encuentros del ciclo “Mirando hacia delante: Mujer, empresa y liderazgo”, organizado por Amedna con la colaboración del Ayuntamiento de Pamplona. Cerca de treinta personas, escucharon sus palabras y participaron después en un animado debate.
Esta situación ha sido, en su opinión, agravada por la crisis, ya que los puestos directivos que habitualmente ocupan las mujeres en las empresas no están ligados directamente a la producción, y son los primeros que se eliminan en situaciones económicas adversas. De esta manera, dice, “dejamos de contar con la mitad de la población, es decir, con la mitad del talento”. Algo que es muy poco inteligente para una sociedad que quiere crecer.
En opinión de Levy “esta crisis no se está saldando con arreglos”, y uno de los arreglos necesarios es, precisamente, incrementar la presencia de las mujeres en los Consejos de Administración puesto que estos deben ser diversos en su composición si quieren ser una fuente de riqueza y buen gobierno empresarial. “Ahora notamos falta de ganas de luchar, desilusión entre las mujeres porque se piensa que, se haga lo que se haga, el techo de cristal va a imposibilitar el ascenso en la empresa. Esto es un freno a la creatividad y a la innovación. Incluso se ha estancado la natalidad”, afirmó Eva.
El fin de la crisis puede ser también una oportunidad para las mujeres puesto que ahora muchos jóvenes preparados se han ido a trabajar a los países emergentes donde les pagan muy bien. Cuando esto acabe, aquí habrá trabajo y una lucha encarnizada por el talento, entonces habrá que contar con el de la mujer, dijo no exenta de ironía.
En opinión de Eva Levy “faltan en el mercado voces de mujeres. Si queremos que la sociedad cambie, tendremos que decirlo. Tenemos que acostumbrarnos a hacer oír nuestra voz, a hacer saber nuestras aspiraciones, y derechos y a denunciar los hechos que nos parecen injustos. Uno de los problemas es que no actuamos como “las mujeres”, como un colectivo, no nos sentimos pertenecientes a un grupo, somos como individuos sin generosidad ni solidaridad."
Levy afirmó ser partidaria de las cuotas porque “ayudan momentáneamente a resolver una situación injusta y el de la mujer es un tema sin resolver. Estamos sufriendo, creo, un retroceso importante a todos los niveles. Las jóvenes están desilusionadas, no les gusta el modelo de la superwoman seguido por sus madres. Sin embargo, no hay que abandonar, deben plantearse crear otro modelo.” En su opinión todas las iniciativas que se impulsen en favor de la igualdad van también en favor de la sociedad y la economía y, por lo tanto, deben ser llevadas a cabo conjuntamente por hombres y mujeres.